Segunda parte del muy polémico audiovisual. Aquí la preocupación fundamental es la crisis financiera, y se expone abiertamente la apuesta de futuro: el Proyecto Venus, representando la visión de una particular Jerusalén Celestial adecuada a la nueva era: super máquinas haciendo el trabajo sucio y cargando con la culpa y las sombras de la Humanidad, de forma que limpia y libre de todo mal, pueda abolirse toda milicia y policía en favor del gran sueño anarquista de liberación total.
Ninguna utopía está libre de encanto ¿verdad?
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