El sentido innato de la moralidad

Tabula rasa, tabula rasa, otro error, otra falacia…

Recuerdos de vidas pasadas, memoria genética, archivos akásicos, campo morfogenético, arquetipo… Muchas son las maneras en que tratamos de explicarnos que no venimos al mundo como un disco duro nuevo, esperando ser llenados de información. Proceso al que llamamos aprender. En realidad, venimos a este mundo en un cuerpo nuevo, habitado por un alma vieja. Digamos que, en mayor o menor medida, afectada de Alzheimer. Lo poco que recordamos, normalmente se nos termina de olvidar al llegar a la madurez. Entonces, a algunos les toca recuperar el niño interior, que es lo mismo que reconectarse con el sabio milenario interno.

En algún momento antes de los tres años me enamoré perdidamente por primera vez. Soy primogénito, y mi madre fue asistida por todo un batallón de nodrizas. Me caían bien todas ellas; eran muy simpáticas y condescendientes conmigo, mientras yo me afanaba en resultar odioso molestando a todo el mundo con mis llantos y mis quejas de viejo cascarrabias (aún sigo probando la lealtad y el amor de los demás de un modo parecido). Se me representaban todas lozanas y atractivas, pero había una en especial que… La más joven de todas, una bellísima adolescente (alguna vez calculé que debía andar en aquel entonces por los 13 o 14 años), me acabó robando el pequeño corazón, dejándome una huella indeleble con su nombre. Para siempre. Cuando ella me cogía en brazos, y sentía su cuerpo pegado al mío, y mi cara a la altura de su cara…

Cada vez que unos papás dejan a sus pequeños con una canguro, tienen que saber que ahí pueden pasar muy inesperadas cosas…

Tiene gracia. Como algunos otros niños, fui precoz autodidacta en fantasía sexual y romanticismo platónico, pero esa manía de abastecerme autoeróticamente de contenidos y conocimientos me provocó la humillación de ser más lento que la media en conocer y asimilar todo lo relacionado con los mecanismos prácticos de la sexualidad (esto se mete aquí y allí, etc.). Cosa que tuve que aprender de los demás mocosos, más versados en este tipo de saberes populares y pragmáticos.

Por aquella misma época mi abuelo me llevaba de la mano a la carbonería, a comprar cisco para la copa. En aquel lugar de rancio y delicioso aroma decimonónico yo tenía la sensación de vivir un déjà vu. Me embargaba una fuerte nostalgia, cosa que me pasaba también frente a otras escenas costumbristas y otros personajes de oficio y apariencia extemporáneos, que antes se daban a menudo en la España rural y profunda. Y empecé a acunar la peregrina idea de que yo pertenecía en realidad a otro tiempo…

Desde el diario La Nación:

El bebé puede distinguir entre el bien y el mal

Demuestran que el sentido moral existe desde el comienzo de la vida

Paul Bloom

The New York Times

NUEVA YORK.- Desde Sigmund Freud hasta Jean Piaget y Lawrence Kohlberg, durante mucho tiempo los psicólogos han argumentado que empezamos nuestra vida como animales amorales. Una de las tareas más importantes de la sociedad, y de los padres en particular, es convertir a los bebes en seres civilizados, criaturas sociales que sientan empatía, culpa, vergüenza.

Sin embargo, cada vez existe más evidencia que sugiere que los humanos tenemos un sentido moral rudimentario ya desde el comienzo de nuestras vidas. Con ayuda de experimentos diseñados específicamente se pueden ver destellos de pensamientos, juicios y sentimientos morales, incluso durante el primer año

de vida. Estudiar las habilidades cognitivas de cualquier criatura que no posea el lenguaje es un desafío, pero los bebes humanos presentan una dificultad adicional, porque incluso comparados con ratones o pájaros están limitados en cuanto a su comportamiento: no pueden correr por laberintos o accionar manivelas.

Sin embargo, en la década del 80, los psicólogos empezaron a explorar el conocimiento de los bebes a través de uno de los pocos comportamientos que pueden controlar: el movimiento de sus ojos. Al igual que los adultos, cuando los bebes ven algo que encuentran interesante o sorprendente tienden a mirarlo durante más tiempo que a algo aburrido o esperado. Se puede usar el «tiempo de mirada» como un indicio rudimentario pero fidedigno de lo que captura la atención de los bebes: lo que los sorprende o les gusta.

Con «software» incorporado

A través de los años existieron experimentos que probaron que los bebes poseen conocimientos ingenuos acerca de la física, la matemática y la psicología. Por ejemplo, los psicólogos saben desde hace tiempo que incluso los más jóvenes sujetos tratan a las personas de manera diferente que a los objetos inanimados; esperan respuesta: si un objeto móvil se detiene, ellos pierden el interés; si el rostro de una persona se inmoviliza, se afligen.

Si los bebes entienden tanto acerca de los objetos y las personas desde tan temprano, ¿por qué parecen tan ignorantes e indefensos? ¿Por qué no utilizan activamente sus conocimientos? Una respuesta es que estas capacidades son los equivalentes psicológicos de rasgos físicos tales como los testículos o los ovarios, que se forman en la infancia y después quedan inutilizados durante años. Otra posibilidad es que los bebes usen sus conocimientos a partir del primer momento no para actuar, sino para aprender. La ciencia cognitiva sabe que una cabeza vacía no aprende nada: un sistema que es capaz de absorber rápidamente información necesita tener algún tipo de comprensión anterior para saber a qué prestar atención y qué generalizaciones hacer. Entonces, los bebes son inteligentes desde el comienzo, y eso les permite llegar a ser aún más inteligentes.

Mientras las leyes y verdades de la física y la psicología son universales, la existencia de que existe un código moral universal es una afirmación altamente controvertida. Hay una amplia variación entre las diferentes sociedades. Sin embargo, todos y en todo lugar tenemos algún sentido de lo que está bien y lo que está mal. No existe una sociedad en la que no haya alguna noción de justicia, que no ponga un valor positivo a la lealtad y la bondad, que no distinga entre actos de crueldad y equivocaciones inocentes. Estos conceptos universales tienen sentido evolutivo. Ya que la selección natural funciona, al menos en parte, a nivel genético: es lógico ser instintivamente buenos con nuestros congéneres, ya que el hecho de que sobrevivan ayuda a promover nuestros genes. Además, a veces es necesario trabajar en grupo con otros humanos, lo que significa que la capacidad de juzgar la bondad o la maldad de otros individuos tendría que hacer sido un rasgo adaptativo. Todas éstas son razones para considerar algunos conceptos morales básicos como innatos.

Origen evolutivo

Además, los científicos saben que ciertos sentimientos e impulsos de compasión aparecen temprano en el desarrollo humano.

Parece haber algo evolutivamente antiguo en nuestras muestras de empatía, que serán las bases de nuestros sistemas morales. Para que exista un sistema moral genuino, primero tienen que importarnos algunas cosas, y lo que vemos en los bebes es el desarrollo de esta capacidad de que nos importen ciertas cosas.

Comencé a investigar junto a mi colega y esposa Karen Wynn, y Kiley Hamlin, del Laboratorio de Cognición Infantil de la Universidad de Yale, qué pensaban los bebes de dos acciones en particular: ayudar e impedir. En uno de nuestros primeros estudios de evaluación moral usamos objetos geométricos reales con caras de personas, manipulados como títeres, que ayudaban o entorpecían: un cuadrado amarillo ayudaría a un círculo a subir un monte; un triángulo rojo lo empujaría por la ladera. Después de ver la escena, el investigador disponía a ambos personajes en una bandeja y se los mostraba al niño. Encontramos que bebes de 6 y 10 meses preferían con mucho al que ayudaba.

Para evitar las preferencias personales -¿y si a algunos bebes les gusta el color rojo o prefieren los cuadrados?- se varió el uso de colores y formas con respecto al papel que jugaban en la historia. Además, para evitar que los adultos predispusieran a los pequeños inconscientemente, el ayudante que sostenía la bandeja no sabía cuál era el personaje bueno y cuál el malo, y se les pidió a los padres que cerraran sus ojos en el momento de la elección.

¿Estos resultados significaban que los bebes actuaban de esa manera porque los atraía el individuo que ayudaba o porque les repelía el que no ayudaba, o era por ambas razones? Para estudiar este punto introdujimos un personaje neutral, y encontramos que, dada la opción, los niños preferían al «bueno» por sobre el neutral, y a éste por sobre el «malo». Esto indica que ambas inclinaciones están en juego: son atraídos por el primero y sentían rechazo frente a los últimos.

Fundamentos morales

Esto no significa necesariamente que los bebes conceptualizaran al personaje que ayudaba al protagonista como bueno y al otro como malo, pero sus preferencias respondieron a los comportamientos que los adultos describirían como bueno o decente, y malo o cruel.

Realizamos una serie de estudios manteniendo el formato básico del test, pero cambiando las acciones, con resultados similares. Esto sugiere que los bebes que estudiamos tenían una apreciación general de comportamientos buenos y malos, y ésta estaba presente en una variedad de acciones.

En uno de los estudios sobre el premio y el castigo, a pesar de preferir en general a los personajes buenos, los bebes tendían a elegir a los personajes malos cuando éstos castigaban malos comportamientos.

Probablemente los bebes no tengan acceso consciente a nociones morales, no tengan idea de cuándo ciertos actos son buenos o malos. Responden de manera visceral. De hecho, no actúan como jueces imparciales: tienden a sonreír y batir sus palmas durante buenos eventos, y a fruncir el seño y sacudir sus cabezas durante los momentos malos.

Nuestro sentido de la moral inicial parece estar sesgado hacia los iguales a nosotros. Hay muchas investigaciones que muestran que los bebes tienen tres grupos de preferencia: los de tres meses prefieren las caras de la raza que es más familiar; los de 11 meses prefieren a individuos que comparten su gusto acerca de los alimentos y esperan que sean mejores; los de 12 meses prefieren aprender de alguien que hable su propio lenguaje. E incluso hay experimentos que muestran que una vez que se los segrega en grupos diferentes -por ejemplo, utilizar remeras coloreadas- ellos favorecen ansiosamente a individuos de su propio grupo.

La idea básica de cualquier moral adulta es la imparcialidad. Si se nos pide que justifiquemos nuestras acciones y uno explica que actuó de tal manera «porque quería hacerlo», esto será sólo expresión de deseo egoísta. Pero explicaciones como «era mi turno» o «era justo» son potencialmente morales, porque implican que cualquier otro en la misma situación habría actuado igual.

El aspecto de la moral que nos maravilla, su generalidad y universalidad, es producto de la cultura, no de la biología. La moral con la que nacemos es primitiva, no sólo en el sentido obvio de que es incompleta, sino en el más profundo de que cuando los individuos y las sociedades aspiran a una moral sólida -que permita considerar equitativamente a todos los seres capaces de razón y sufrimiento- la edifican sobre la base que los chicos traen desde el comienzo.

La moral es, entonces, una síntesis de lo biológico y lo cultural, de lo innato, lo descubierto y lo inventado. De modo que todo indica que los bebes poseen fundamentos morales: la capacidad y voluntad de juzgar las acciones de otros, algún sentido de la justicia y respuestas viscerales frente al altruismo y la maldad.

Esta entrada fue modificada en 17 octubre 2022 8:45

Raúl Ortega: Soñador e intérprete de sueños. Batería. Melómano del funk y el jazz. Creador y curador de Odisea del Alma. Ensayista. Terapeuta de orientación junguiana. Programador y desarrollador web. Criador de aves exóticas. Devorador de berenjenas y brevas. Bebedor de Ribera del Duero. Paradigmático puer aeternus. Hippie extemporáneo en formación continua.

Ver Comentarios (21)

  • Y entonces? Me ha quedado el cuento por la mitad...cosa que me resulta intolerable

    • No es por la mitad. Faltan 40 años, Nora. Además, conéctate con los akásicos y recuerda que del resto de esa historia sabes bastante...

      Después tuve una época en que estaba convencido de que mis papás eran importantes espías, camuflados en vulgares burgueses. Y también desarrollé la creencia en que no sólo era de otro tiempo, sino de otro lugar. Concretamente, oriundo de Gran Bretaña.

      Glups...

      • Y si vos te conectás con los tuyos, recordarás que no es cuestión de saber o no saber, sino de escuchar el cuento ;-)
        La primera relación erótica que yo recuerdo haber tenido, fué con una ciruela. La siguiente, con un sacerdote. Entre ambos, el cura y yo, se oponía el demonio que moraba en los sótanos de la iglesia...También tuve durante un tiempo a un príncipe encerrado en una botella de leche. Sólo yo lo sabía, porque el príncipe hasta el día de su muerte, mantuvo su forma de ratón.

        • ... De escuchar el cuento a petit comité, preferiblemente de noche y frente a una fogata o chimenea, como corresponde...
          Y de los amores con el ratón, te viene el color del pelo, n´est-ce pas? ;-)

          • Mmmmmmm, bocca chiusa...en cuanto al pelo, es la parte del príncipe que aún vive en mí. Aunque ya está algo canoso!
            A los tres años me fugué con el triciclo y una carterita en donde puse una bombachita y un peine. Llamativos los dos objetos que escogí. Me fuí a dar "la vuelta al mundo". Circunstancia que repetí y aún en esas ando.
            Disgresión: gracias a la Madrastra por el 1-0. Espero que continúen los festejos cuando yo llegue!.

  • Creo q tenia 5 o 6 años cuando me enamore por primera vez y tuve algo parecido a un orgasmo.la destinataria de tremendo amor era mi maestra de primer grado(Tipico).No entendia bien que pasaba ni que era esto.Despues me llevo casi 20 años concretarlo verdaderamente con una mujer.Siempre enamorado, dejando surcos en la tierra con mi bicicleta por el frente de las casas de mis enamoradas, de mis novias aunque ellas; nunca se enteraban que lo eran!!.
    Tambien tenia intentos fallidos de fuga de mi casa, el primero con tres años.Aqui tambien me llevo unos 15 años concretarlo.

    • Pues sí, hombre: el amor y el sexo son juegos de niños y no dejan de serlo nunca. Ayer estaba merendando con una señora en una terracita mientras su pequeño, un zagal bastante inquieto de unos 5 años, correteaba por el jardín adyacente. En un momento determinado el niño comenzó a desnudarse delante de un árbol, a vista de todos. Como investigándose. La mujer me comentó que el pequeño Pan estaba ese día especialmente preocupado por cuestiones sexuales...

      Ah, el tema de las fugas precoces... Otro clásico. Podríamos crear una base de datos con todas estas cosas. Algo que me da curiosidad especial es el destino que el niño tiene en mente cuando planea largarse. ¿Cuál era el tuyo? ¿Disneylandia, el Polo Norte, la Luna?

      • Recuerdo el límite del Pueblo (vivia en el campo) un destino bastante importante a los tres años, pero no creo que me hubiese conformado nada mas hasta allí.
        Lo hice, pero una vecina indiscreta avisó a mi familia y solo llegué a 300 m. de la frontera, con lo puesto.
        Esa fue la primera pero no la ultima.

        • A qué otro lugar va a largarse uno que no sea a su propio territorio mítico? Es interesante ver cómo lo imaginábamos y cómo lo imaginamos hoy.

          • Africa (de explorador), China, Australia, los parajes de la novela El Ultimo Mohicano,La Luna.
            El ultimo lo concrete en un sueño.Todos los de la pandilla de entonces nos subiamos a un cohete espacial y nos ibamos (sin adultos) definitivamente felices.Mi madre, mientras nos elevabamos, me saludaba con la mano y a los gritos me preguntaba si llevaba abrigo.No tenia ni abrigo ni calzoncillos, pero si un cuchillo enorme en la cintura, por la dudas.
            Visite alguno de esos territorios miticos, en algunos casos resultaron mejores de lo que me habia imaginado.

          • Ya van saliendo los destinos clásicos. Ahí quería llegar, nunca mejor dicho. En efecto, África se lleva la palma como dirección de huida del niño soñador. Después de meditar muchos años en esto planteo la hipótesis de que África significa para el niño una elaboración apropiada del complejo materno. El niño quiere huir de su eventual madre biológica, la madre en esta vida, sobre todo si es sobreprotectora y asfixiante (qué pesadilla lo de "ponte el abriguito") y trascenderla en la dirección de la Madre Naturaleza como origen de la Vida con mayúsculas. África es la nostalgia del Origen, del Australopithecus. En profundo: del Self, la Fuente, el Anthropos.

            Personalmente, aún hay días en que pienso cuándo me compraré una cabaña en Kenya...

            Australia tiene de todo eso, pero también carga con otro matiz: al ser la antípoda española, está llena de aspiración por alcanzar el otro lado de lo consciente: lo inconsciente colectivo. Cuando alguien quiere irse a Australia es porque tiene necesidad de darle completamente la vuelta a su ser y su vida.

            ¿Qué decir de "El último mohicano"? Con ésta, van tres las ocasiones en los últimos días en que me he visto obligado a hablar de esta obra. Sólo un poquito por detrás de "Robinson Crusoe" fue el libro de aventuras que más me marcó la infancia. Sigue siendo un llamado a la vida salvaje, al desprecio a nuestro modo antiecológico de vida. En ese sentido, es como la llamada de África. Cora, esa encantadora pre-hippie, nos ha enamorado a todos enamorándose ella del buen salvaje que todos llevamos dentro.

            Sí, esas cosas pasan. Los sueños cuando se persiguen en la realidad superan las expectativas. Pero tenemos demasiado miedo, y la seguridad está profundamente sobrevalorada. Así que muy pocas personas acaban sabiendo eso.

        • Me quedé pensando hacia qué lugares querrán largarse los chicos argentinos...les preguntaré. En cuanto a mi como niña, en verdad no quería largarme a ninguna parte, sino llegar a mi casita. Mi casita que estaba en el fondo del jardín de la casa de mis padres. Mi lugar mítico era ese. Allí yo era la cenicienta servidora de una princesa falsa que me había quitado el lugar. Allí tuve decenas de niños, cociné a mi antojo, alimentaba a un pobre príncipe con forma de ratón y hacía cacharros de barro. Allí atesoré los amuletos de mi infancia, allì la luna dijo una tarde mi nombre, ahí aprendí a oír como quien sueña y a evocar porque sí, allí el deseo me insinuó lo que sería de por vida, y por primera vez confundi el miedo con la audacia, el amor con lo imposible y el absoluto con lo verosímil, allí está para siempre mi territorio prometido, el lugar mítico del que todo depende. Allí están sin duda mis pasiones más asiduas y el rescoldo de la memoria desde el que todo lo reinvento. Y por suerte Allí, es hoy aquí mismo.

          • Bueno, si Australia también es un destino mítico típico para los románticos argentinos tendré que matizar que lo de la antípoda es un dato colateral, menos sugerente entonces que el atractivo y épico exotismo de ese salvaje continente. A no ser que el subsconciente argentino sienta y piense como si aún estuviera en Europa, que puede ser.

            Aquí el Puer Eterno sueña con África, Australia, o ser leñador en un bosque de Canadá. En mi adolescencia tocaba la batería para un cantante lírico que ha acabado convirtiéndose en un muy buen cantante de ópera. En aquellos tiempos, él me decía "si no triunfo con la música, me iré a una cabaña en Canadá". Triunfó con la música, pero hace unos años se compró una casa rural en la sierra de esta provincia, donde pasa todo el tiempo posible, según cuentan los rumores en el barrio. Que, poco más o menos, es lo mismo que su sueño original. Creo que nos consta que para el Puer Eterno estadounidense Alaska es un destino mítico muy común, por añadir datillos.

          • Geográficamente las antípodas argentinas están en China, Mongolia, Rusia y Formosa (Una de las Islas de Taiwán).Las españolas: Nueva Zelanda,tierra Mahorí.
            Estuve en Canadá, hace muchas décadas, estudiando y trabajando.
            Tenia el pelo largo hasta la cintura y me hacia dos trenzas. Era Nathaniel pasado por Agua oxigenada y lavandina.
            La hippie Cora se enamoró de Unca (el salvaje autóctono) fiel a la versión original. Quise visitar Alaska pero las temperaturas eran bajísimas y estábamos en invierno.
            Australia esta a la misma altura del trópico de Capricornio, donde vivo, como nunca triunfé en la música, comprare ahí una cabaña.

            La mitad más uno de Argentina es hija de inmigrantes, con apenas dos o tres generaciones nacidas aqui.Todavía celebramos navidad comiendo nueces a las 12 de la noche y con 38 grados, como si fuese invierno.

          • Perdón José Luis,dí por sentado que eras español, (prejuicios).
            Sí, nuestras antípodas, China. Mi padre regaba siempre insistentemente el césped, hasta formar verdaderas lagunas. Cuando le preguntaba qué estaba haciendo respondía: le estoy lavando los pies a los chinos;-).
            Para mi asombro, le estuve preguntando a muchos jóvenes por su punto de fuga, y no había...Ninguno recuerda haber "pensado en eso". Vaya. Aunque algunos de ellos sin esa fantasía infantil, se hayan fugado luego cuando han podido.

          • Estoy totalmente de acuerdo con lo que dice Raúl, referido a los destinos de Australia y África. Añadiría yo Turquía, también, como un lugar en el que ir hacia atrás en el tiempo, hacia las raíces de nuestra cultura occidental y, en cierto sentido, como una especie de bisagra que uniría oriente con occidente (consciente-inconsciente).

            Fíjate Raúl, que han habido dos destinos que siempre me han cautivado: Africa y Australia. De hecho, soñé hace muchos años, cuando entraba por vez primera en lo Inconsciente Colectivo, con lugares cuyo paisaje se asemejaba enormemente a Africa, personificación de La Gran Madre, coincidiendo con el período en que afrontaba mi ruptura con el Hogar Familiar.

            Australia estuvo en mi pensamiento precisamente cuando se estaba gestando una enantiodromía en mi vida. Y, curiosamente, también con gente que vivía una fase semejante. Se me antoja, también, como reflexión, que Australia (o Nueva Zelanda) son destinos muy acuarianos, en el sentido de aparecer como "deseo de viajar allí" siempre que se producen cambios drásticos en la dirección de una Individuación. No necesariamente un giro de 180º, pero sí un cambio drástico en la dirección vital.

            África, en cambio, llama al Retorno al paraíso perdido, a la Fontana, como bien apuntas, y, en último término, al Sí-Mismo. De ahí los viajes al continente Afriano, de Jung, por ejemplo. Además, esto coincide con mi último viaje a Africa...

          • Tenemos que darnos cuentas de una cosa: en este hilo empezó a aparecer, por su cuenta, el gigantesco arquetipo africano. Pero es que, paralelamente, se estaba celebrando el mundial sudafricano... ¡Ops!

  • Hola a todos:

    Al hilo de esta entrada resulta que estoy leyendo el libro de A. Miller titulado "Por tu propio bien", y que nos habla del desastre de la educación, precisamente por el prejuicio de que el niño viene al mundo como una tabula rasa, al que se puede amoldar al gusto del adulto-sociedad.

    La psicología del aprendizaje, el conductismo, es el paradigma de la tabula rasa, que, en cierto modo, tiene su continuación en la psicología cognitiva (reduce todo al siguiente proceso: input-procesamiento de información-output).

    Un abrazo

    José

    • El alcance de estas premisas de la psicología académica es vasto y muy peligroso. Basados en esta forma de entender al Hombre, como algo manipulable y alterable a antojo, los políticos se embarcan en sus multimillonarias campañas de reeducación social, con el objeto de crear naciones llenas de cerebros reprogramados al gusto de sus utópicos y generalmente enfermizos conceptos de lo que las personas y la sociedad deben ser. Lo peor es que, como la efectividad de la publicidad enseña, el conductismo y el cognitivismo tienen su validez hasta cierto nivel, y el lavado de cerebro penetra las primeras capas de la personalidad de demasiada gente. Así, acabamos viviendo con una Máscara, una costra artificial en la personalidad, enfrentada a la Sombra natural, en crónico estado neurótico y/o depresivo.

  • Por supuesto, amigo Raúl. Por eso es el paradigma vigente, por eso se utiliza en las campañas publicitarias, por ese motivo está detrás de las maquinaciones políticas. Y, como la masa carece del vínculo anímico, no queda sino la Máscara, adaptación cuasi-completa a la neurótica-esquizoide sociedad en la que vivimos... Mucho se podría hablar de esto. Un repaso por la Historia de la Psicología nos muestra cómo se han ido gestando las distintas corrientes de psicología, y cómo las dominantes (paradigma cognitivo-conductual) han desplazado, desprestigiado y hasta vilipendiado a todas aquellas corrientes (como la psicología dinámica, humanismo, la psicologia analítica, la psicosíntesis, la psicología transpersonal o la psicología integral) que han entendido al Hombre, con mayor o menor fortuna, como a una Totalidad (consciente-inconsciente-inconsciente colectivo o transpersonal).

    A los pueres nos toca luego el trabajo, primero en nosotros mismos, luego en los demás, de limpiar esa costra tan fuertemente adherida... con el peligro que eso conlleva, jejeje

    un saludo