Recorre el bufón desde la eternidad
los pasillos interminables del laberinto.
No tiene meta ni plan.
No conoce su destino.
Camina con el viento.
Él es el sendero fuera de la edad,
que discurre en y hacia sí mismo.
El Loco es el arcano del tarot que más difícil de entender es. Una primera mirada nos devuelve una impresión desfavorable, portando ese nombre, y representado por esa figura tan descuidada y, al parecer, tan perdida. Sin embargo, en cuanto tenemos en cuenta que su posición en la rueda es tan privilegiada, al ocupar un lugar trascendente (el vigésimo segundo o el cero), un lugar que queda más allá, como fuera del ciclo, nuestro juicio se complica. El Loco derivó en el joker, el comodín, en la archiconocida baraja inglesa, y ahí tenemos otra vez reproducida la enojosa ambigüedad de sus rasgos: es una carta al margen de todas las demás, que vale lo que se quiera. Siendo un bufón, puede suplantar a reyes, reinas y ases. Entonces, ¿de dónde proceden esos “súper poderes”, tratándose solo de un pobre payaso?
Empecemos por el principio, y analicemos el símbolo (solo los principales rasgos). Normalmente nos lo encontramos representado por un joven, nunca un hombre maduro o viejo, que tiene una mirada romántica e inocente (ingenua si se quiere), tendida hacia el cielo. Nos informamos así que tiene “la cabeza en las nubes”, y empezamos a entender por qué le llaman loco, o tonto. Ante él a veces se abre un precipicio, al que se acerca peligrosamente, por culpa de su insensatez. Lleva un atillo al hombro, lo que nos dice de golpe dos cosas: que es un trotamundos, que ha renunciado al hogar, y que sus pertenencias materiales son muy escasas. Un perro trata de morderle las nalgas o la pantorrilla, lo que, a mi entender, significa el desprecio y el rechazo que recibe de los demás, las críticas y las burlas de toda esa comunidad, ese vecindario, que va dejando atrás, y al que pertenece y representa ese animal doméstico que quiere herirle para ahuyentarlo. Encaja aquí como anillo al dedo aquella archifamosa frase, erróneamente atribuida a ese egregio loco que es don Quijote, que reza: “Deja que los perros ladren, Sancho. Es señal de que cabalgamos”.
Hasta aquí, no un análisis, sino una mera descripción. Hasta aquí, nada que nos resulte realmente provechoso, y seguimos de seguro predispuestos a valorar a este personaje poco mejor de como lo hace el perro. Pero cambiemos un poco la perspectiva, acerquémonos al modo que tiene el alma, lo inconsciente, de valorar las cosas, y en vez de atolondramiento veremos entusiasmo unido a idealismo, cualidades que son las claves de la intensidad vital y que mantienen joven al alma. Entendemos así, de un modo más positivo, el por qué de la edad que representa el personaje: quien mantiene intacto su fervor, se sentirá siempre renovado, y mirará al mundo con los ojos ávidos de un niño. Ser soñadores no está bien visto por el sentido común, pero quien no sueña por sí mismo está obligado a vivir según los sueños de otro, pues todo lo que vemos creado a nuestro alrededor por los hombres nació del sueño de alguno. Los cuerdos sanchos lo único que hacen es saber adaptarse muy bien a los requerimientos de las empresas que sueñan los quijotes. Son piezas secundarias y subordinadas en los engranajes de la cultura y de la vida.
La naturaleza es una fuente inagotable de creación, de ahí los millones y millones de especies animales y vegetales que pueblan este planeta. La naturaleza es una entusiasta soñadora; una niña traviesa. La naturaleza en nosotros siempre va a valorar más nuestro lado creativo y revolucionario que el acomodaticio y rutinario. Y ya empezamos a entender por qué el tarot mima al Loco, ya que el tarot no es otra cosa que la forma en que un soñador plasmó lo que vio en la profundidad de nuestra naturaleza, y en la profundidad de la naturaleza del mundo.
El Loco atesora ideas, inspiraciones, tiende a lo alto, y por eso descuida lo terrenal, lo bajo. Podemos decir que es un personaje espiritual, que se debe a ese plano. Siente lo espiritual como supraordinado a lo tangible, y por eso, y no sólo por insensatez, camina sin demasiado cuidado por el mundo. Es temerario y se acerca a precipicios porque en el fondo se siente protegido por fuerzas invisibles. De hecho, él es el que tiene aquella famosa “suerte del principiante”, y hace suya la frase “la fortuna favorece a los audaces”. Todos estos rasgos son propios de una personalidad cargada de intuición, de esa forma, digamos, extrasensorial de aprehender el mundo. Además, la intuición, si se extrovierte, provoca un irrefrenable deseo de aventuras, de viajes, pues es una función que siempre anhela lo que está más allá, lo que se esconde más allá de todos los horizontes, psíquicos y físicos, y así tenemos explicado el por qué de la manía vagabunda de este arcano. Sin el Loco latiendo en el corazón, no hay sed de aventuras arriesgadas, no hay capacidad para oponerse a lo convencional y lo sensato siguiendo solo el consejo que nace del interior del propio corazón. Aunque se tenga que hacer a solas.
El valor fundamental del Loco consiste en ser la materia prima de la cual está hecho el verdadero héroe. Sin este arcano constelado, viviente, no hay viaje del héroe, no hay odisea por el ciclo del tarot, no hay individuación. Todos los demás arcanos dependen de este “sine qua non”, así que ahora es fácil comprender por qué es el arcano cero, el alfa y el omega del tarot. La clave del proceso auténtico de desarrollo vital. El Loco es la actitud necesaria para permitir que el propio destino se encarne y se realice. Esto es algo que está más allá de todo lo que somos capaces de imaginar y planear, por eso el Loco es también portador de la necesaria cualidad de la modestia. Hace lo que cree que tiene que hacer, pero no sabe nunca si por ello va a obtener de la vida algo más que mordiscos y pedradas. El alimento principal de la intuición es el desarrollo interior, el logro espiritual, la gnosis. Todo lo demás es entendido como añadidura.
Gracias a esta actitud (que, por otro lado, no puede aprenderse ni impostarse), y, claro, Dios mediante, cada cual alcanza lo más alto que vino a conseguir en la vida, aunque no tuviera ninguna idea previa de que eso iba a ser así: el tonto Parsifal encuentra el Grial y se sienta en un trono, el ingenuo Frodo salva al mundo y se retira a un lugar ideal, el campesino Skywalker se entera de que su padre es el mismísimo Saturno… Por esto, por ser la base y la semilla de todo logro ulterior, en la baraja se representa como comodín: una energía primordial que faculta convertirse en cualquier cosa, según el destino prefijado de quien impulse.
El lector junguiano hace rato se habrá dado cuenta que el arquetipo del Puer Eterno es indistinguible de este. Ambos afectados, claro, del mismo problema de valoración. Espero que estas nociones sobre este arcano sirvan para seguir aclarando aún un poco más la polémica abierta sobre aquel.
Para mí el perro es la personae que intenta por compensación desviar la atención del loco y devolverlo a «tierra firme». Sin dudas es un limitante (el loco lo ve con desprecio o bien con cariño, pues este lo cuida). Necesariamente está en la imagen, porque le da peso a la decisiones del arcano; una decisión tomada a pesar de los ladridos de la personae tiene que ser sin dudas una decisión trascendente. Saludos Raúl!
Saludos, Juan Pablo.
Estoy reconstruyendo la web, así que por eso no te he contestado antes.
Sí: los ladridos son todos esos «qué dirán», lo ‘superyoico’ amartillando la conciencia. Eso si miramos al perro desde dentro. Desde afuera son las críticas reales que hace el entorno.
Ojo, porque hay otras figuras simbólicas que incluyen ataque de perros que significan justamente lo contrario, pues el perro también representa fácilmente, a modo de fiera agresiva, la presión de la sombra, los mordiscos del Ello, de lo inconsciente.
Muchas gracias atrasadas por tu brillante aportación.
Digamos que, sea blanco o sea negro, el perro siempre compensa una actitud consciente. En la psique parece haber una jauría, por suerte. Gracias por aclararme eso.
Con respecto al sitio en remodelación tenga a disposición mi ayuda si la necesita. Un saludo!
Todos los personajes no-yo van a contrastar, compensar o hasta oponerse a la conciencia. El perro en particular es un personaje no-yo, un personaje sombra, muy particular. La gente dice «el mejor amigo del hombre», pero yo, desde pequeño (léase instintivamente), siento una desconfianza tan grande por este animal que acaba derivando en una abierta fobia. La cual me ha dado muchos problemas a lo largo de la vida (como cualquier otro síntoma neurótico). Por eso esta carta me simpatiza aún más, pienso.
Muchas gracias por tu ofrecimiento. La verdad es que es un trabajo ingente y me he pensado lo de buscar colaboración. Pero de momento voy a intentar terminarlo a solas, castigando con mis manías solo a mí mismo…
No sé si habrá experimentado alguna situación complicada durante la infancia que le originó ese miedo tan profundo a los perros, si no vea «I Origins», capas que por ahí vienen las balas. Igual a mí me parece y con seguridad a usted también, que todo miedo básico esconde uno más complejo. Como el miedo de los niños a los monstruos, que siempre son miedos más grandes e inexpresables (para la mentalidad y lenguaje del niño), habrá que ver a que le tiene miedo el loco, el de la carta digo, no nosotros…
Hasta ahora la página mantiene su identidad al tiempo que se moderniza, así que bien 😛 pero si necesita ayuda aquí estaré, insisto. Saludos!
Como aportación personal a tan interesante debate sobre un arcano tan cargado de significado, añadiré mi experiencia personal sobre el simbolismo del perro. Para mí simboliza también lo instintivo, de manera poderosa además, por las experiencias que tuve en mi infancia y más tarde en la vida adulta.
A los tres años, tras una etapa de excesiva confianza con los cánidos, uno de ellos (probablemente un pastor alemán), intentó atacarme cuando le tiré del rabo, reacción lógica e instintiva por parte del animal. Esto generó en mí una fobia importante a los perros. En sueños aparecían, a veces perros o a veces serpientes, que intentaban atacarme, paralizarme o quitarme la vida, más claro reflejo de lo instintivo imposible. De hecho ya intuía que ahí había algo más que no el reflejo onírico del animal en sí.
También en sueños, llegué a un acuerdo con el perro, con un pastor alemán que me esperaba a la salida del colegio, impidiéndome franquear la puerta. Me hice su amiga y compañera, le comprendí, respeté su fuerza como si de un león se tratase, y la fobia desapareció.
Fue mucho más tarde, no obstante, cuando pasé de un estado neutro a sentir verdadera simpatía y amor por los perros, y a tenerlos como compañeros de vida. Sigo sin ser una buena líder, lo consciente y lo puramente humano se imponen y les mal educo, pero para mí son un reto de contacto, comprensión y guía de los instintos inconscientes, representados por esta especie tan salvaje, tenaz y complicada que son los cánidos, emparentados como se sabe con los lobos.
Me gustaría compartir mi peculiar visión sobre el perro del Tarot. El perro que aparece en el Tarot es lo que diferencia a un Puer del Loco. El perro es el sello de calidad que al adherirse al Puer lo transforma en el Loco con ciertas garantías en su viaje por el mundo animado, un tránsito que sin la ayuda inestimable del can no tiene muchas posibilidades de acabar en buen Puer_to.
El perro simboliza a un preciado Daimon por excelencia, una especie de ángel de la guarda con mas similitudes con un Lobo versus una preciosa ángel Victoria Secret.
El perro tiene una idiosincrasia ambivalente, acompaña al Loco y sin embargo se puede mostrar agresivo. Esto es así por que para favorecerse de sus cualidades antes ha de ser puesto en vereda y llevado al orden pues su instinto natural a imagen del Lobo es la de imponerse.
Si las circunstancias adversas ponen al Loco entre las cuerdas, el perro lo empujara abismo abajo por puro instinto que ataca la debilidad, si por el contrario sabe elevarse ante ambos desafíos el Daimon ofrendara con sus cualidades adhiriéndose a las del Loco, como un plus que le ayudara inestimablemente en las circunstancias adversas.
Un cordial ladrido
Hablando de arquetipos tienes la carta de Orfeo?? saludos!!!!
El perro es una via instintiva que nos hace ser partícipes de la vida en sociedad. Por eso mismo el perro fue domesticado desde el pelolítico, a la vez que nacía la estructura estamental del clan o tribu. Pero hay otro aspecto del perro que lo podemos asociar a la intuición; y es ese tremendo olfato que tiene y que lo une al gato, del cual se aparta como contrario por la falta de domesticación de este último (el sentimiento difícilmente puede ser «domesticado»; uno siempre siente lo que siente, no lo que conviene, aunque claro está, otra cosa es comunicarlo o no.)
Esa intuición lo pone como guía de almas, asociado a Hécate, en el viaje a nuestro inconsciente. He aquí esa ambivalencia del perro: por un lado ataca al loco y le recrimina su falta de vida en sociedad; por otro, lo guía en su viaje, cualquiera que sea.
Increíble pero cierto: mi locura, que todo cura hasta convertir la cordura en efímera y la corblanda blanca en eterna (=posesión de mi alma por DIOSAMOR, libérrimamente querida), me trajo hoy a leer todo lo escrito sobre este naipe (aunque escorpio, odio todo juego de azar, incluido el Tarot…) y les participó (sólo por si sirve para Mayor Gloria de Dios, a través de tu iluminación-no deslumbramiento, no miento…-, amable lector) que mi vida encaja perfectamente con la segunda interpretación que hace el autor del arquetipo de «El Loco» (hasta alcanzar/recibir la LUZ del Espíritu Santo que suele moverme, incluso tuve seis ingresos psiquiátricos, múltiples tratamientos… es decir, fue un conejillo de indias para numerosos y afamados sanchos/siquiatras/sicólogos/farmacéuticos/religiosos… Actualmente, soy vegetariano y me alimento y vivo sano, pero «a lo loco…). Curiosamente (¨¨), vivo solo con mi perro /CHAP/ puesto que mi Dulcinea partió a esferas superiores para poder realizar nuestra misión de PAR E JA (jajajajajaja ) tierna, entera y eterna, por la Gracia de DIOSAMOR y Nuestra Madre María hace dos años… Voy al grano: el perro, en mi caso es, sencillamente, el mejor amigo del hombre: me explico: siempre q la soledad me aseteaba (antes de convertirse en los albores de la EDAD DE LA EDADDELSOL que ahora vivo), CHAP siempre estaba ahí, ladrándome o lamiéndome… Mucho podría escribir-soy Poeta, escritor…) sobre CHAP…concluiré este excursus diciendo que, cuando mi mujer/mitad vivía en el planeta Tierra físicamente, un día se me ocurrió llamarle «nuestro hijo del alma» porque intuí q, un día que nuestras almas cohabitaron, engendramos a CHAP más allá de las estrellas… Gracias por su atención: quedo, buenamente, a su buena disposición ofreciéndoles mi virtualidad: en FB, pueden solicitarme amistad a través de las cinco palabras que he elegido como «nombre», en FB cree un grupo (VERSISTAS) y una página (VERDISMO) (el significado del VERDISMO lo sincretismo como «ultraoptimismopositivo); tengo un blog de Poesía y varios en http://www.anloma.blogspot.com y una página web en constante construcción inicial ante mi estudiada pereza y los imponderables de mi día a día: http://www.verdistas.com; y me despido deseándote tres cosas, estimado lector anónimo: AMOR, ¡ALE G(el punto G, jaja) RÍA!, y P A Z!!!! (un apéndice: los Locos sólo tenemos miedo a ser infieles a DYOSAMOR)
» No sé muy bien cómo, pero logro quedarme dormida otra vez, y mira por dónde, tengo otro sueño, esta vez no es una serpiente, sino un perro grandullón y malvado que me persigue y me dice: «Te voy a matar. !Te voy a matar y te voy a comer!»
Extracto de Comer, rezar, amar. escrito y soñado por una mujer con un deseo irrefrenable de aventuras y encontrar el equilibrio, que no la estabilidad.
Un saludo
Buen aventurer@ el que reciba este mensaje! Pues muy claro esta, El Loco es nuestro deseo en este mundo de celebracion de encarnacion en este mundo. Esta muy claro que influye mucho en algunos y no a otros. Tanto asi que en mi vida Yo lo vivi y no por mi sino por asignatura. Ahora con respecto al perro, en mi opinión personal humilde, es un símbolo de personalidad y tambien un aspecto de identidad. El es el perro también no se si me explico bien. El creo esa situación y por eso no le molesta.
En mi opinión el perro representa al compañero de naturaleza animal e instintiva que vive en uno mismo, el que puede cuidarte o también atacar, dependiendo de cómo los haz criado. Es el centro instintivo que tiene su propia inteligencia y niveles. Al ver la carta veo que el perro esta advirtiendo al Loco que se aproxima a un precipicio como una forma de recordarnos que en este plano material donde nos encarnamos, debemos convertir a nuestro instinto en un compañero que nos cuide de los constantes cambios de la vida.
Estoy de acuerdo contigo en que con la visión de esa concreta imagen del loco, la del Rider Waite, lo que primero viene a la mente es el perro como intuición auxiliadora. Pero si sumamos otras representaciones, como el perro del Tarot de Marsella, esa apreciación cambia. No parece que esté auxiliando, sino atacando. No se trata del perro como guía, sino del perro como animal, como instinto e impulso terrenal, biológico, que se opone a la espiritualidad desenfrenada (llamémosle así) del loco. El loco quiere dejar atrás todo lo material, desde sus impulsos biológicos hasta la misma ley de la gravedad. Su fe ingenua le lleva a creer que está por encima de todas las realidades tangibles.