Al Catedrático de Psicopatología y Director del Autism Research Centre de la Universidad de Cambridge Simon Baron-Cohen lo conocimos ya en esta web en el documental sobre el fascinante caso de Daniel Tammet. En el año 2005 se publicó en castellano su éxito editorial «La Gran Diferencia. Cómo son realmente los cerebros de hombres y mujeres», donde expone la teoría de que diferencias fundamentales psicológicas entre los hombres y las mujeres tienen un origen rastreable hasta lo fisiológico, lo genético, lo pre-cultural.
Lo primero que tengo que decir es que sigue siendo una lástima que estos argumentos sólo abran debate público si una autoridad de este tipo, totalmente aceptada por el stablishment, por el paradigma, los expone. No importa que desde la investigación puramente psicológica, que, idealmente, debería ser la auténtica autoridad en estas cosas, se diga lo mismo. Se obviará, y la opinión pública seguirá aferrada a lo que los ideólogos de turno, más políticos que otra cosa, digan al respecto. Lo que hace Simon no es otra cosa que abundar en la dirección que ya un Freud inició: la masculinidad tiende a la obsesividad, y la feminidad a la histeria. Añadiendo (esa sí es una genial novedad) que el autismo es una supramasculinización de la conducta. La auténtica investigación acerca de la diferenciación entre lo que es esencial, lo que es naturaleza, en uno y en los demás, y lo que es cultura, es el trabajo propio de la introspección, del autoconocimiento espiritual. Eso donde se distingue bien es en ese marco. Permitiendo que la propia naturaleza hable y diga quién es y de dónde viene es como se adquiere auténtica sabiduría en estas cosas. Un científico como Simon tiene, sin embargo, que salirse por la tangente, seguir las huellas por lo fisiológico, emplear costosos instrumentos tecnológicos y empantanarse en ese largo circunloquio, que se revela al final vano, para llegar a lo mismo. Encima, muy posiblemente, los datos «objetivos» que él ha obtenido, si los leyera otro, darían como resultado otras conclusiones, porque es bastante probable que sus hipótesis estén condiciones a priori por el diálogo subliminal que mantiene el alma con él, dentro suya.
Aunque exagero. Tampoco hace falta recurrir a la meditación trascendental, a la introversión reveladora o a la genialidad psicológica para encontrar respuestas en estas lides. No son problemas tan profundos. Basta, como digo muchas veces, emplear bien el sentido común y saber ser testigo medianemente inteligente y objetivo del mundo inmediato. La ciencia no hace más que, una y otra vez, redescubrir la rueda. O sea, volver a mirar las cosas como las miraba ya la tradición. Jung redescubre la verdad del ancestral mito, la física cuántica que las viejas tradiciones místicas son de todo menos disparates, la neurología y la genética que el hombre tiene poco de tabula rasa… Por eso muchas cosas que nos habían llegado a parecer meros inventos culturales ahora volvemos a sospechar, como el hombre antiguo, que no proceden de meros caprichos nuestros. Se producen como la lluvia: de un modo natural, involuntario.
Empleando unos términos menos freudianos, los cuales están sesgados hacia lo patológico, es decir, hacia lo sombrío del carácter, y por ello son algo insultantes (a mí no me lo parecen), hemos de decir que el Sr. Baron-Cohen lo que hace es apuntalar desde su forma de investigar la realidad estadística de que los hombres nacen impulsados por un espíritu cartesiano, tendente a la sistematización, a la especialización, a un prolijo saber mecánico, impersonal (autista), y las mujeres por un principio sociabilizador, empático, anfitriónico, tendente a la cooperación, al aglutinamiento personal. Obviamente, estamos hablando de las funciones del aire, el pensamiento, y de las funciones del agua, los sentimientos. Pero dejemos que se exprese el autor en sus propios términos:
Sí, ahí está hablando el viejo amigo Punset (el vídeo original, del programa Redes, ha sido removido de internet. Imposible encontrarlo. ¿Por qué? -En sustitución me he visto obligado a subir este otro-) Es altamente importante la cuestión que tratan ahí de la testosterona, «el elixir de Ares», cosa que traemos a colación en este blog constantemente. El sistema hormonal es un mundo medio, un alma, que media entre psique y cuerpo. Yo le llamaría alma Ka, así como Ba le correspondería al mediador entre Ka y el Espíritu: la pisque en sí.
Punset hace unos días dijo en los medios que «el cerebro masculino usa para las cuestiones sexuales un porcentaje 10 veces mayor que el femenino». Esta perogrullada me da pie a comentar ese tema que también se toca en la entrevista: la mujer testosterónica. Es muy interesante constatar que, estadísticamente, la mujer de tipo andrógino, con un animus evidente, es precisamente la que contiene la sexualidad más conspicua, más activa. Pero tiene una capacidad mucho mayor que el hombre a la hora de obviarla, de sublimarla, de desplazarla. Hacia las letras, por ejemplo.
La entrevista dura una media hora. Luego de la entrevista Punset se lanza en picado a traer noticias alrededor de este tema de la más rancia catadura cientifista, como le gusta a él. Bueno, es lo que hay con este hombre. Se escuchan cosas como «la intuición en las mujeres es mayor», pero ya sabemos que hay toda una corriente científica, que apoyo, que pretende demostrar que no es así. Dicho al pasar.
José Antonio dice
Caro Raúl:
Qué buen tema traes a colación en esta entrada. Las diferencias entre los hombres y las mujeres, y lo que es más importante, entre la individuación masculina y femenina. Pero, veo al final del vídeo de Punset, a una ultrafeminista (una mujer andrógina, en el sentido de una fuerte influencia del animus), hablando de que eso de la diferencia de géneros es un invento moderno. Y, de pronto, esta mujer, olvida el arcaico engranaje del Tao (con su Yin y Yang), o los símbolos de la coniunctio, etc. En fin, ya vemos lo que sucede cuando alguien queda atrapado en el espíritu de este tiempo…
Un abrazo
JA
Raúl Ortega dice
Sí, ya avisé arriba, Jose… Se mezclan siempre ciencia, ideología, política, hipótesis con hechos, utopías con teorías, deseos y prejuicios con verdades… El batiburrillo intelectual moderno. Es lo que hay.
Jaime Rodríguez dice
Disculpa Ud. no me conoce, pero estoy buscando el libro La Gran Diferencia de Simon Baron-Cohen.
Si pudiera ayudarme a conseguirlo estaré muy agradecido.
saludos.
Raúl Ortega dice
https://www.casadellibro.com/libro-la-gran-diferencia-como-son-realmente-los-cerebros-de-hombres-y-mujeres/9788497351751/1018711
José Antonio dice
Saludos Raul.
A mí Punset me da grima. Cuando lo veo me parece estar mirando a una masa encefálica. !Y han descubierto que el sexo ocupa más espacio en el cerebro del hombre que en el de las mujeres! Joder…han descubierto las américas. En una de las últimas ocasiones en que me detuve en su programa era para ver las explicaciones confirmadas por los estudios de tal científico de la prestigiosa universidad tal que demostraban que un ser humano aprende mucho más (dijeron las estadísticas y demás) si lo que aprende está unido a su emoción y a su interés, que aquel aprendizaje que basa el aprendizaje en la mera repetición. Y aquellos dos tipos parecían extasiados, como si hubiesen llegado a la luna.
Cuando me topo con Punset, paso de largo; mi dedo en el mando presiona en automático. La punsetada que acabó de cristalizar este mecanismo en mí fue un documental que emitió titulado «Una escuela para fabricar ciudadanos». !Qué feliz sería Punset en Un mundo feliz… y qué peligrosos son los punsets del mundo.
En fin, al menos el documental sirve para mostrárselo a alguna feminista empeñada en demostrar que las mujeres están condicionadas por un sistema de educación patriarcal a querer ser cuidadoras y acceder a trabajos en los que la relación es un factor determinante.
Raúl Ortega dice
El caso es que tiene una tipología adecuada para convetirse en un gran divulgador de verdades más profundas… Este Punset es como un querer y no poder… No, mejor dicho: un poder y no querer. Se ha quedado atrapado por «los fastos y esplendores de Egipto», como dice el himno de Bardesanes… Pero aún es joven. Yo lo voy a traer más a colación aún porque da mucho juego para debate. También paso de largo con el mando pero todos los episodios están colgados en la red, jaja…
Moisés Garrido dice
Recordad que mi admirado Punset ha entrevistado a Rupert Sheldrake, Uri Geller y a muchos científicos heterodoxos que defienden lo paranormal. Por eso, los ultra-racionalistas están que trinan con él, porque «Redes» es un programa sensacionalista que vende mucha pseudociencia, o eso dicen… En fin, que unos lo consideran un «arpío», mientras que otros le califican de «magufo». Depende del observador, como en mecánica cuántica. 🙂
José Antonio dice
Hola Moisés.
Yo no lo considero un arpío, es algo muy visceral. Hace tiempo vi en un museo un cuadro en el que alrededor de una virgen flotaban unos angelitos: unas cabezas de bebé aladas sin cuerpo… y aquel cuadro debía de ser de un pintor admirado para muchos , pero a mí aquella visión me daba grima, . Punset no está nada lejos de esta concepción cristiana de la vida y del ser humano !Qué paradoja! : seguramente es ateo (no lo sé), pero esta reducción es heredera de ese intento del hombre cristiano de deshacerse de la carne y salir volando. Es esta reducción judeo-cristiana-cientificoracionalista lo que yo critico y de la que procuro guardarme. Depende del observador afirmas…yo miro al objeto observado con independencia de con que objeto se junte (entreviste). Dice Raul que es joven (Raul es un gran optimista), y a mí me gustaría serlo, y no niego las capacidades divulgadoras de Punset, pero no me gusta que un observador al observarme me reduzca a una cabeza, ya sea con alas o con conexión a internet.
Raúl Ortega dice
José Antonio, Moisés:
Qué tarde respondo ¿no? Los hilos y los hlíos, que no para uno…
No es cuestión de lo que opinen unos y otros sobre quién es Punset a través de lo que lleve a su programa o deje de llevar. Él tiene sus libros donde se posiciona perfectamente claro. Se sabe su sesgo públicamente. A él le pasa como a las cadenas La Sexta e Intereconomía: tienen que meter con calzador la opinión de gente de tendencias diversas, porque profesión periodística obliga, pero todo lo componen de tal modo que el saldo final barra para casa. Sin embargo yo confío en que Punset sí que tiene genuinas rendijas abiertas a otras formas de concebir la Ciencia. Lo digo sencillamente porque a Punset se le huele el carácter, la tipología, a la legua, y ese su carácter siempre está abierto a los pensamientos holísticos por naturaleza. Él es de la raza de un Saulo. Con eso creo que digo todo.
sex shop mimundosexy dice
Las grandes diferencias entre la mujer y el hombre y sus origenes ya sean fisicos, emocionales, socioculturales, sociales etc, siempre van a ser temas de debate porque es de lo mas complejo que nos afecta a todos los seres humanos…