Venimos hablando de la tipología de la mujer amazona estos días, reiteradamente, y he recordado que es un contenido que justo ahora está rabiosamente presente, justo a la vuelta de página de la portada de las noticias. Se trata de la así llamada Guardia Amazónica del Coronel Gaddafi: 200 vírgenes (¿serán meramente solteras y sin hijos, o literalmente castas?) armadas hasta los dientes, forjadas en y para el fragor del combate en defensa de su líder:
Me pregunto en qué andarán ellas estos días. Los medios occidentales, como no sea para propagar las políticas a las que sirven, no valen ya para tenernos informados de nada. Triste Europa… Desconcertada, perdida, indecisa no sólo a la hora de actuar, sino ya hasta para dar noticias sobre las cosas que pasan…
Estas historias de obsesión por los mitos (el reino y la personalidad de las amazonas es un poderoso mito más, independientemente de que sea posible que de hecho existieran), la mitomanía consustancial al mesianismo propio de todo líder totalitario, como Gaddafi, me retrotrae a la lectura en mi infancia de Los Flamboyanes, un libro de Patrick Grainville. En él se cuenta el encuentro más o menos cordial de un occidental, William Irrigal, con un cacique africano, muy primitivo y salvaje, Tokor Yalí Yulmata, que lo sumerje en una ordalía roja (roja como las voluptuosas flores del flamboyán) de pasiones sensuales, guerreras, cazadoras y mágicas (la obsesión de Tokor era encontrarse un día con el mítico pueblo Diorla; ésa era su búsqueda personal de El Dorado, y el hilo conductor de todas sus acciones). Hoy sé que aquella obra, ganadora del premio Goncourt en 1976, debió ser construida sobre hechos reales, ya que tiene un increíble paralelo con la relación que se estableció en la vida real entre Idi Amin Dada, el dictador ugandés, y el militar y aventurero británico Bob Astles, lo que también es base para el guión de la película «El último rey de Escocia». Pero la película fue estrenada en 2006. El libro, sin embargo, fue escrito mucho antes de ser derrocado Idi Amin (1979), y estas anécdotas privadas en las biografías políticas suelen airearse después de que el protagonista haya perdido su poder. Es raro. Como también lo es que me cayera ese libro, esa historia, en las manos, tan alejado del hilo conductor de mis lecturas en aquel entonces… No supe encajar su mensaje, como el que vive algo que siente que no le corresponde. Hoy que sé que nada ocurre por casualidad, y menos si es extraño, también sé, por fin, que estas historias expresan el mitema del ego, de la mente, que tan bien nos escenifica un ciudadano de Europa, en contrastada y desconcertada relación con los claroscuros primigenios del Self, Dios y Diablo, que tan bien nos escenifica un cacique pletórico de pensamiento mágico de África, la tierra de nuestro inconsciente.
Pasemos a otra cosa. Quiero ahora hacerme eco de un escrito que hasta el momento es de lo mejorcito que he encontrado como análisis y balance de lo que está ocurriendo en el norte de África y Oriente Medio, aunque la autora aquí se centre en Egipto, el cual tomaremos como modelo extensivo. Lo publicó hace unos días WebIslam, página que, aviso, apoya explícitamente el gobierno español. De momento no añado comentarios a lo que aquí se cuenta. Sólo decir que admiro la franqueza y la pasión con la que está escrito esto, me identifique más o menos con algunas de sus emociones.
La caída de Mubarak y la bancarrota de los imperios Occidentales
Este ensayo analiza la situación actual, la hipocresía de los imperialistas/sionistas occidentales y las tareas de solidaridad ante la caída del dictador Mubarak en Egipto
Por: Rosa L. Blanc
Luego de tres décadas de apoyo militar y económico a la dictadura de Mubarak y de enviar billones de dólares anualmente para sostenerlo, las primeras declaraciones de los líderes occidentales ante la caída de Mubarak ha sido vendernos la idea de que fueron sus «principios democráticos liberales» los que han prevalecido intentando capitalizar de la revolución árabe para ahora aparecer como los que en todo momento han apoyado las reformas democráticas en Egipto. Parecieran revolucionarios de la Plaza Tahrir. Ninguna excusa pública o autocrítica ante el pueblo egipcio por haber apoyado las atrocidades, el despojo de recursos, las torturas, los asesinatos, y la destrucción económica neoliberal que occidente ha ejercido a través de la dictadura de Mubarak. Ahora los lobos se disfrazan de ovejas. Los mismos líderes que hasta hace unos días andaban metiendo miedo con el «Islam político» para justificar el apoyo al dictador Mubarak, hoy aparecen como si fueran anti-Mubarakianos de toda la vida. Si nos dejamos llevar por sus discursos, pareciera como si en todo momento los imperialistas occidentales hubieran estado apoyando la revolución democrático-popular en Túnez y Egipto. El único líder occidental que sacó la verdadera cara de occidente sin hipocresías ni disimulos en todo este proceso ha sido el liderato sionista a través de Netanyahu quien llamó de manera descarada a apoyar a los dictaduras del Medio Oriente. No nos confundamos: Netanyahu es la verdadera cara de Occidente en el Medio Oriente. Mientras los líderes occidentales hacen declaraciones con la hipocresía que los caracteriza, trabajan sin descanso tras bastidores para asegurar que las demandas del pueblo egipcio y tunecino queden tronchadas en reformas que no toquen la sustancia de la dominación y explotación neocolonial en la región. En el caso de Egipto, los intereses occidentales/sionistas buscan asegurar la continuación del funcionamiento del Canal de Suez, la exportación de gas y petróleo y el estrangulamiento de los palestinos en Gaza. Para asegurar su control, han dejado como Presidente de Egipto a Suleiman, un agente de la CIA que fue hasta hace unos días ex-Ministro de muerte y torturas de la dictadura de Mubarak, y a los mismos oficiales del ejército de la dictadura que trabajan para los intereses sionistas/imperialistas. El mismo Suleiman dijo apenas unos días antes de la caída de Mubarak que el pueblo egipcio no está listo para la democracia.
Los líderes occidentales le tienen terror a un proceso verdaderamente democrático donde los pueblos ejerzan libremente su derecho a la autodeterminación porque puede conducir a cambiar muchas cosas. Si queremos anticipar lo que será la lucha en Egipto y Túnez en los próximos meses, miremos la experiencia palestina. El triunfo de Hamas en unas elecciones democráticas libres es el ejemplo más cercano que tenemos de la hipocresía del discurso «pro-democrático» de los imperialistas y los sionistas. Luego de que Hamas ganara limpiamente las elecciones, los sionistas e imperialistas no reconocieron la voluntad del pueblo palestino y les hicieron una guerra genocida con la complicidad de todos los líderes occidentales que hoy salen en los medios hablando de «libertad» y de «principios democráticos» ante la caída de Mubarak. La experiencia palestina está en la memoria no solamente de los pueblos del Medio Oriente sino también de los líderes sionistas e imperialistas. De ahí que los próximos meses serán decisivos. La lucha será entre los pueblos que buscarán democratizar sus sociedades y tener elecciones verdaderamente libres y los aliados internos de los imperialistas/sionistas que buscarán tronchar el derecho de autodeterminación del pueblo egipcio buscando eliminar u obstaculizar las elecciones libres. Que no quepa dudas que tanto Suleiman como los oficiales corruptos seguirán una de dos vías para obstaculizar la democratización de la sociedad egipcia:
a) la posposición para siempre de elecciones libres
b) tronchar las elecciones decidiendo de antemano quienes son los candidatos y qué partidos podrán participar con plena libertad en el proceso electoral.
Los factores que pueden cambiar la ecuación son los siguientes:
1-El pueblo-Que la movilización popular no se detenga hasta lograr una democratización radical de la sociedad. La caída de Mubarak sería en este caso el primer paso de otros a dar en los próximos días y meses. ¿Continuará la unidad del pueblo y las movilizaciones populares sin descanso hasta lograr sus objetivos?
2-El ejército-Que en los próximos meses se intensifiquen las luchas al interior del ejército. Hasta hoy, este es el mismo ejército de la dictadura y sus oficiales han recibido millones de dólares anuales para sus operaciones.¿Habrán cambios o fracciones del ejército que influenciadas por la revolución popular tomen partido con el pueblo?
3-El efecto contagio- Si luego de la caída de Mubarak, hubieran otras revueltas populares en otros países del Medio Oriente las relaciones de fuerza en todo el Medio Oriente pueden dar un giro fundamental dando respiro y abriendo posibilidades a las movilizaciones revolucionarias en Egipto y Túnez. ¿Se contagiarán otros países en el Medio Oriente de los procesos revolucionarios en Egipto y Tunez?
4-El frente imperialista- Los imperialista y sionistas conspiran para manipular el proceso, pero existen también conflictos entre ellos. ¿Habrán contradicciones entre los propios imperialistas que puedan ser aprovechadas por los movimientos populares?
Para aquellos que vivimos al interior de los imperios, la situación plantea los siguientes retos:
1-Apoyar con todas nuestras fuerzas e incondicionalmente los movimientos democrático-populares del Medio Oriente y su voluntad de democratización radical de sus sociedades.
2-Hacer a nuestros gobiernos responsables por su colaboración con la dictadura de Mubarak y denunciar sus maniobras para destruir y tronchar el éxito y el potencial democratizador del movimiento democrático-popular. La tentación de nuestros gobiernos es posponer la democratización de la sociedad por medio de buscar una salida autoritaria o por medio de la promoción de una democracia teledirigida desde occidente con los tanques y metralletas de sus marionetas neocoloniales.
3-Denunciar las maniobras islamófobas y racistas con el uso del miedo al Islam político para crear confusión en la opinión pública internacional contra la libertad y democracia en el Medio Oriente. El Islam político en todo el Medio Oriente es hoy una fuerza democrática que sigue el ejemplo del modelo democrático de Erdogan en Turquía. Esa realidad ha sido tergiversada por los medios occidentales y los líderes sionistas/imperialistas para meter miedo en la opinión pública y justificar salidas autoritarias a las revoluciones árabes. Nuestra tarea es denunciar con todas nuestras fuerzas estas mentiras y hablar con la información correcta acerca de estos movimientos.
Por último, en los próximos meses habrán debates y discusiones acerca de la estrategia a seguir al interior de los movimientos democrático-populares en todo el Medio Oriente. Nuestro deber es apoyarlos y evitar la tentación de ponernos a tomar partido públicamente por un sector o por el otro. Dichos debates serán importantes para el futuro del movimiento democrático-popular. Pero nuestra tarea de solidaridad en el primer mundo no consiste en ponernos a dilucidar estos debates en la opinión pública. Nuestra tarea es impedir las maniobras imperialistas/sionistas, hacer a nuestros gobiernos responsables y la solidaridad incondicional con la democratización radical y el derecho a la autodeterminación de los pueblos en el Medio Oriente. Nuestro grito a nuestros gobiernos imperialistas es:
¡MANOS FUERA DEL MEDIO ORIENTE!
¡ABAJO LAS DICTADURAS SIONISTAS /IMPERIALISTAS!
¡APOYEMOS LA DEMOCRATIZACIÓN DE TODO EL MEDIO ORIENTE!
¡ABAJO LOS COLONIALISTAS SIONISTAS EN PALESTINA!
¡SI QUIEREN DEMOCRATIZAR, EMPIECEN POR DEMOCRATIZAR SUS PROPIOS PAÍSES SIN INTERFERIR EN EL TERCER MUNDO!
Juan Manuel dice
Verdaderamente flipo con el manido discurso antisemita. Aluciplo con los defensores progresistas de los países Islámicos con ese tono antiimperialismo yanqui. Los que se manifiestan por los derechos palestinos y defienden a Hamas que son una colla de terroristas. En Irán Lapidan a las mujeres, que decir de los emiratos árabes que son unos defensores de la libertad de expresión y del derecho fundamental en la igualdad de genero. En Libia reina un soberano intelectual mesiánico que contrata vírgenes como guardia personal, perfecto. Marruecos se infla de pisotear los derechos de los saharaui. Afganistán, Irak, Argelia son como no ejemplos a seguir. El fundamentalismo taliban, los ayatolas. Todos contra Israel, todos a manifestarse, pero no conozco ninguno de esos que se parta la cara por los derechos del pueblo Iraní….
Es el mismo discurso de Hitler, de todo los fascismos..parece que la gente olvida rápido a que condujo, si no recuerdo mal 6000000 de judíos exterminados.
Mahmud Ahmadineyad es el líder guaiiii, a gadafi y los jeques árabes, como no el amigo John Galliano borrachera en mano.
Y es que el valor ético que desprenden estos países raya la obscenidad, pero todavía estamos anclados en el discurso de admiración comunista contra todo lo que sepa a coca cola y cualquier excusa vale para hacer propaganda antisemita y yanqui
Pues nada que se vayan a vivir y envíen a sus hijos a estos países, y si no les parece muy progre que los envíen a la Venezuela de Chávez……
Eso si no veras a ninguno de estos pijo_progres comprarse un pisito en un barrio de mayoría marroquí, mientras sus imanes son el ejemplo de lo que es la libertad…
Y ahora que el pueblo se ha revelado, también es culpa de los judíos que seguro los quieren manipular….., pero donde estaban todos estos durante todo el siglo XX defendiendo a ese pueblo islamico de hombres y mujeres pisoteados, donde estaban que no se les veia, sip estaban gritando consginas y propaganda antijudia, que es lo unico que les interesa. Y ahora mas de lo mismo.
Vivir para ver…lo que es la verdadera hipocresía.
Juan Manuel
Raúl Ortega dice
Bueno, bueno… Un comentario al grano, sin «lenguaje neptuniano» 🙂 Cómo se nota que es un tema más bien profano…
Por un lado, el panfleto se ensaña con lo mismo que tú, JM: con la hipocresía del pensamiento “políticamente correcto” euroamericano. Y, por otro, su rabia contra el imperialismo de los caucásicos se supone que procede de quienes legítimamente tienen todo el derecho a quejarse de ello: los que lo padecen. Aunque firme Rosa Blanc, recuerda que está recogido de WebIslam, que se supone está construida principalmente por inmigrantes árabes y ciudadanos del norte de África y Oriente Medio, y algún converso genuino, y no tanto por pijoprogres, consustancialmente, cierto, hipócritas.
Me coloco en “modo enterao on” y hago un repaso metapolítico veloz a la cuestión de la crisis (sí, es el alma en medio de esto): Euroamérica la refinada es el primer mundo por lo mismo por lo que de Roma se decía que era “la luz”: merced a sus imperios, su explotación y sus esclavos. Supongo que mucho pijoprogre pulula por ahí pensando que la “alta civilización” en estas tierras es debida a nuestras científicas, progresistas, depuradas y solidarias ideologías, que por arte de magia crean oro de la nada. Obviamente, lo que tenemos de próspero es el resultado del saqueo del resto de las civilizaciones de este planeta (y de Madre Tierra en general) desde hace 25 siglos, gracias, aquí sí, a nuestra refinada tecnología científica, aplicada sin solución de continuidad a los poderíos militar y comercial, todo ello subordinado a la esencial ambición expansionista de la raza blanca. Con respecto a nuestras progresistas ideologías, las solidarias formas de nuestra izquierda y ese híbrido centrista que es el estado del bienestar, decir que proceden directamente del cristianismo, ese que al pijopogre precisamente le da zarpullidos mentar. Nuestra actitud solidaria y buenista tiene la misma base psicológica que la de las damas nobles en el franquismo yendo por las tardes a echar una mano a Caritas, o Bill Gates aportando millonarios óbolos a las causas contra la miseria: como nos sobra el dinero, damos limosnas, que hay que ganarse el palco en el Cielo. No me interpreten mal: esta actitud de la nobleza, de Gates y de Euroamérica es, nunca mejor dicho, noble. Aún la hipocresía guarda para mí, cuando lo tiene, cierto grado de eso, de nobleza. Pero hay que tener muy claro todo lo que se esconde detrás.
La historia de Europa es en sí una sucesión de relevos imperiales, siendo el último más reconocido como tal a nivel internacional el de su hijo americano, y los penúltimos más llamativos el intento ese que quiso organizar Hitler a la voz de “ya le toca a Alemania” y el proyecto de la internacional comunista. Aunque, en realidad, es la UE el último proyecto de imperio euroamericano. Ojo que es al estilo japonés, el estilo post-Hiroshima: con ejércitos que llevan las empresas y bancos delante, y los soldados en retaguardia. Es del estilo “guerra fría”. EU, sin embargo, aún conserva de Roma el poderío ostentoso de las legiones, codo a codo con sus multinacionales. El de la UE es más hipócrita. Tiene más peso la máscara católica. Los protestantes son más liberales.
¿Qué está pasando hoy? Que Asia está mutando desde colonia muy fértil del imperio euroamericano a convertirse ella misma en el gran imperio emergente. Se acabó el festín para nosotros. Los imperios en Acuario cambian de mano. Y esta es la base de una crisis de la que, por supuesto, jamás nos recuperaremos, porque no es una eventualidad histórica, es una reestructuración histórica. Y esta es la base de las revueltas en el mundo árabe: “si Euroamérica se está apagando, ya no podemos emigrar. Tenemos que buscarnos la prosperidad por nosotros mismos”. En Sudamérica ocurrirá lo mismo al respecto de su emigración a EU, y en otros muchos lugares con perfiles socioeconómicos similares. El ambiente está revuelto porque los reyes del mundo que hasta ahora detentaban el poder están muy enfermos. Hay tensiones por el relevo tremendas.
Millones de cosas se pueden decir de cada una de estos esbozos lanzados, pero sólo es un comentario de blog. Quizás la más importante es que todo esto palidece en trascendencia frente a la realidad de que ningún imperio científico-industrial es ya sostenible en Gaia. Los asiáticos llegan al festín tarde. Sólo hay carroña. Independientemente de quien sea el amo del mundo, el sistema de explotación actual del planeta, las estructuras socioeconómicas blancas, ya no dan más de sí. Esto es aún más gordo que un relevo imperial.
La papeleta ideológica que le toca al burgués euroamericano con pretensiones de ser escrupulosamente correcto en sus formas de pensar (el pijoprogre) es una carga horrenda. Su resuelta fe en el neocristianismo racional positivista, como toda férrea fe, lo lanza a la vehemente evangelización del entorno. Es activista, intervencionista, incluso de un modo global, planetario. Demoniza además severamente a sus opuestos ideológicos, como todo convencido hace. Pero eso es justamente lo que lleva siglos criticando de la Iglesia, su enemigo frontal, quizás el más demonizado, así que entra en desunión consigo mismo constantemente. Cree en la igualdad y no hace más que señalar diferencias y recrearse en las diferencias. Por todo esto duda, titubea, acaba actuando en una dirección y la contraria, acaba apoyando a regímenes opuestos a su fe, acaba atacando a los correligionarios, es un pulpo en una cacharrería. Necesita dinero para repartir a manos llenas, para sentir que cumple con el ideal dorado de la solidaridad, pero, como hemos dicho, ese dinero viene del imperio, consustancialmente refractario a la solidaridad. Así que el juego sucio es explotar para repartir. Y vuelta a la contradicción, y vuelta a la consecuente hipocresía. Vuelta a apoyar por allí el régimen que por aquí estamos denostando. Cuando falla la fuente de la riqueza, que es lo que está pasando hoy día, y hay que garantizar recursos, se convierte en el tradicionalista más rancio y reaccionario, con el plumero sombra bien al aire, ese en el que se lee “estamos en todo esto por poder y pasta”. Cree en el progreso tecnológico sin fin, en el triunfo de la máquina sobre la muerte, que es seguir apostando por la industrialización masiva de la sociedad, y al mismo tiempo trata de adornarse con cierta sensibilidad ecológica. En efecto, tiene un buenismo intercultural de cháchara muy dulzón, pero tiene que pasar un mes en Marruecos o la India, integrado, y se asfixia. Apuesta por la igualdad matemática entre los géneros, igualdad de salón o pizarra, y no encuentra la manera de conseguir que su pareja funcione. Ni entiende de dónde salen tantas disputas y tantas diferencias.
Sólo estas circunstancias, estos síntomas, meramente recogidos desde la política, los temas de conversación de la sobremesa burguesa, sin abundar más a fondo, translucen la disolución galopante de la personalidad euroamericana. El verdadero demonio (la disolución) del ser humano individual y de las sociedades. Ahora, además, estamos perdiendo a pasos agigantados ese fuerte carisma de ser inatacablemente prósperos y ricos. Quien se extrañe de que otras culturas, esos bárbaros, nos escupan a la cara, no está viendo de la misa ni la media. Muchos romanos tampoco vieron venir lo que les estaba realmente pasando.
El pijoprogre, el paradigmático euroamericano, no se dio cuenta a tiempo del problema de creer a la vez en la igualdad, en la libertad y en la fraternidad. El problema de adorar a demasiados dioses al mismo tiempo. Pues la libertad conduce constantemente a la diferencia, y la fraternidad indiscriminada a sentar a tu mesa a la vez a ángeles y demonios.
¿Quién podría decir que el Israel actual no es la avanzadilla euroamericana en mitad de tierra peligrosa? Que actúa como perfecto paradigma euroamericano, sin hipocresías, exactamente como lo dice el panfleto. Yo no tengo, obviamente, nada en contra de Israel que no lo tenga también contra Euroamérica y sus maneras. Los judíos me caen mejor, por su resuelta religiosidad, aunque por supuesto plagada de hipocresía, como no puede ser de otra manera. Pero seguir hablando del Holocausto para conceder todo tipo de cartas blancas y pleitesías se empieza a parecer mucho a las reclamaciones que me extendió aquel mexicano por la conquista de Hernán Cortés. Vamos a dejarnos de tanta memoria histórica y vamos al presente y al futuro. Por cierto, tenemos genocidios cristianos en Egipto, en Nigeria, en Sudán, en Irak… hoy mismo. Si regresamos a la memoria histórica, el holocausto cristiano en los países y regímenes pro ateístas a lo largo del siglo XX (que se continúa también ahora mismo) hace palidecer al horror nazi y al odio de Nerón. Por esa regla de tres de la compensación no sólo debería haber un crucifijo en cada aula europea, sino uno inscrito en la bandera comunitaria ¿no? Pero, claro, para los Illuminati unos muertos pesan más que otros, dependiendo de las circunstancias políticas e ideológicas que los contextualicen.
Juan Mi dice
Me agotas Raúl, y cuando yo me agoto renazco.
Raúl Ortega dice
No será pa tanto…