Runas y proceso de individuación

Lic. María Cristina Grillo

La palabra RUNA en antiguo germano es secreto, misterio. Para comenzar a penetrar en el enigmático mundo rúnico, primeramente podías preguntarte, si eres capaz de sostener desde tu interioridad ese misterio o secreto que en sí-mismo, implica el significado de las runas.

Entre tantas historia y leyendas sobre el tema, es interesante comenzar por aquella que nos “cuenta” que las Runas fueron el lenguaje sagrado de los primeros iniciados de la primera raza humana, cuyo alfabeto constaba de determinados caracteres o letras que están, aún hoy, impregnadas de poderosas energías. Cada letra es una Runa y cada Runa un símbolo hierático de divinas enseñanzas secretas.

Las Runas son más antiguas que el Tarot o el I Ching. Sus símbolos fueron esculpidos en piedras en épocas más allá del diluvio universal. Se puede considerar que las Runas pertenecen a la época de la piedra pulida y su lanzamiento como oráculo se realizaba con pequeñas piedras a las que se le había grabado el símbolo rúnico. A lo largo de los siglos, se conocieron en el norte de Europa, diferentes alfabetos rúnicos, el más común es el germánico o Viejo Futhark. Se lo conoce desde el año 200 AC y se utilizó corrientemente hasta fines del siglo VIII. Esta compuesto por veinticuatro símbolos. Al final de la edad media las runas llegaron a Islandia donde se agregó una nuevo símbolo al alfabeto, se lo llamó la RUNA blanca, la RUNA de Odín, la RUNA del karma. Por su gran importancia los estudiosos del tema la consideraron como la número veinticinco dentro del alfabeto rúnico.

Adhiero a la disposición rúnica que estudió Kenneth Meadows, en su libro El poder de las RUNAS. El autor sostiene que según una tradición oral vigente en la Suecia actual, el orden original empezaba por UR, la runa Ur, y finalizaba por FEH, .Podemos decir que, «comienzo» y «fin» son palabras inapropiadas, por cuanto las runas siempre se disponían en círculo o espiral y no linealmente. La «última» estaba situada junto a la «primera». Cada runa poseía un valor secuencial. FEH podría compararse con el As de la baraja de naipes, al que se suele otorgar el máximo valor numérico según la naturaleza del juego. La ordenación uthark puede compararse con un juego de naipes en que el As es bajo, de modo que UR equivale a 1 y FEH a 24. En el orden natural, UR es la potencia primordial de la que se deriva todo lo demás, y FEH es la runa de la realización.

El orden uthark es el sistema natural y original, y el que revela el proceso real de la creación del universo y todas las cualidades inherentes a él, por cuanto pone el énfasis en las actividades del espíritu.

Las runas revelan el proceso real de la creación y las cualidades inherentes a la naturaleza y a nosotros mismos.

Es por esto, que los chamanes rúnicos utilizaban siempre la ordenación, uthark, siempre con amor y respeto, lo cual explica a su vez por qué el móvil del chamán rúnico consistía en amor y armonía. El chamán rúnico cooperaba con los poderes de las runas; la intención global era aportar armonía, equilibrio y orden a una situación y no causar daño intencionado, independientemente de si se consultaba las runas para sí mismo o en representación de otra persona.

El objetivo central de lo que podríamos llamar «crecimiento personal» se entendía como la cultivación del espíritu la esencia más interior y el bienestar del individuo en su totalidad.

He aquí una pequeña introducción a la ordenación uthark y a su descripción de la visión del mundo en la antigua civilización nórdica.

En el «comienzo» está la runa UR, porque al principio de todas las cosas había un gran vacío original que los pueblos nórdicos denominaban Ginnungagap y que era el «espacio» entre dos polos o extremos: fuego y hielo, Yang y Yin. UR representa el vacío, la primitiva esencia creadora. Su carácter tiene la forma de unos cuernos de vaca apuntando hacia abajo mientras pasta, esta runa es también un símbolo de la vaca sagrada de la mitología, Audhumbla -que significa «alimentadora»-, la poderosa y primitiva fuerza originada por la primera fusión del fuego y el hielo cósmicos, Yang y Yin. Según la mitología, fue en las «entrañas» de Ginnungagap donde se gestó un gigante andrógino llamado Ymir. En los diversos mitos, Ymir se alimenta con leche de Audhumbla. Esta acción representa el proceso alquímico de evaporación, condensación y purificación, que es la obra del poder de UR.

La runa THURS, es la fuerza primitiva que formó y modeló a Ymir. El nombre THURS significa en realidad «gigante» o «fuerte». Según la mitología, Ymir es el padre y la madre de los «dioses», las inteligencias que controlan y dirigen las fuerzas cósmicas y naturales que emanan en un proceso orgánico de evolución gradual.

La runa ASS, es el poder de creación. En los mitos nórdicos, los tres dioses Odín, Vili y Ve derrotan a Ymir, y a partir de su cuerpo crean el universo físico tal como lo conocemos. La palabra ASS significa «dios» y, en lengua anglosajona, designaba también a la «boca». Así pues, esta runa es la fuerza exhalada en el «mundo» o el sonido que dio origen a la Creación física. Es el poder de hacer manifiesto lo inmanifiesto.

La runa REID, es la fuerza de movimiento y orden que gestó las cuatro direcciones y los cuatro elementos, lo cual explica que sea la cuarta runa. En las leyendas era considerada como la runa de Thor, el dios del trueno y el relámpago, porque Thor representa la inteligencia cósmica que impide que el orden cósmico regrese al caos. De suerte que es el protector del orden y el «hacedor» de leyes. La runa REID es la fuerza iluminadora que reside en el relámpago y aporta ese «destello» repentino de iluminación. Es también la fuerza de dirección y movimiento que completó la primera fase de la Creación.

Del relámpago resulta el fuego, y la runa KEN, representa el fuego espiritual y creador que es claro e intenso como la llama de una antorcha, con la que se la asocia a veces. Esta runa es la iluminación del espíritu que alumbra el camino. Es la fuerza de una luz que procede de un fuego «interior» y hace posible la realización.

La sexta es la runa GIFU, que marca las seis direcciones y el centro del universo. Es la fuerza de armonía y equilibrio. Su forma es la representación de un intercambio igual de energías que se mantienen en perfecto equilibrio. Supone el don divino de la vida, la entrega y recepción de la fuerza vital.

La runa WYNJA, es la fuerza presente en el gozo que resulta de un intercambio de energías. Es el gozo de satisfacción y realización que sigue al orgasmo, lo cual explica por qué ésta es la séptima runa, ya que el siete es signo de perfección.

La runa HAGAL, representa el arco iris, el «puente» entre los mundos. Ahora nos aproximamos más a nuestro mundo material, por cuanto esta runa es la culminación de la primera octava y hay una trascendencia a la siguiente. Es la runa del cristal primordial, que produce todos los colores del espectro y lleva el mensaje de materialización, como el ADN contenido en una sola célula. El carácter puede dibujarse también como el símbolo del copo de nieve, que indica las ocho direcciones: adelante, atrás, izquierda, derecha, arriba, abajo, al centro y adentro. Así pues, es exactamente la octava runa.

La runa, NAUD, incorpora la inteligencia que urde el tejido del universo y hace girar el hilo de la vida de cada uno. Tales influencias se representaban en la mitología como tres diosas llamadas Nornas: Urd (aquello que es), Verdandi (aquello que llega a ser) y Skuld (aquello que debería ser). Se ha identificado comúnmente a las Nornas como pasado, presente y futuro. Pero cabe admitir que el tiempo, en el sentido de la división en pasado, presente y futuro, es históricamente un concepto de la cultura occidental bajo influencias griegas y romanas. Antiguamente, los chamanes poseían un concepto muy distinto del tiempo; lo consideraban una unidad entrelazada, un ahora en constante cambio desde lo que ha sido hasta lo que empieza a ser. Esta filosofía cree que todo cuanto ha ocurrido sigue siendo activo e influye por tanto sobre el presente en el que se está formando el futuro. El carácter de la runa NAUD se parece a dos bastones que se frotan para encender un fuego, e indica la fuerza de fricción y la necesidad de resistencia, que es inherente a esta runa.

La décima runa -la runa, ISS- es la fuerza que reduce la energía vibratoria a un estado más denso y provoca la «solidez» de la inercia. Posee las cualidades de claridad y solidez, lo que explica por qué se la compara con el hielo.

Estas primeras diez runas indican la la Creación primordial y las fuerzas que conformaron la estructura espiritual interna del universo.

LAS DIEZ RUNAS SIGUIENTES TIENEN QUE VER CON LO MANIFIESTO.

Es mediante la runa JARA, como accedemos al mundo de la realidad «ordinaria». La palabra jara significa «año», por cuanto esta runa es la fuerza cíclica y el poder de engendrar y mantener con vida. Su carácter representa las estaciones como dos mitades de año, verano e invierno, que interactúan continuamente entre sí. La cosecha de verano es alimento para el invierno, y las semillas que se ocultan en la Tierra al comienzo del invierno brotan con la proximidad del verano. Así pues, la runa y es el poder de producir resultados tangibles.

Las tres runas que siguen están relacionadas con los reinos mineral, vegetal y animal.

La runa, PERTRA, es la fuerza transformadora presente en los minerales terrestres, como el hierro, que puede ser transformado y absorbido en miles de cosas sin dejar de ser hierro. Es la fuerza de retención que mantiene la solidez y estabilidad de las cosas

La runa EOH, es la fuerza de crecimiento que sostiene las plantas silvestres. Es la fuerza inherente al líquido espinal que da consistencia a la columna vertebral. Posee la capacidad de una resistencia paciente y prolongada.

La runa ALGIZ, es la fuerza instintiva de protección que predomina en los animales salvajes. Es lo que confiere la determinación para sobrevivir

Luego viene la runa, SOL, que significa «fuerza solar». Es el poder de la fuerza vital espiral y la fuerza lumínica vibratoria, el poder estimulante que hay detrás de la «luz» de la conciencia en el proceso de individuación.

Entramos ahora en el ámbito de los seres humanos

La runa, TYR, es fuerza masculina que se expresa en forma de valor, resolución, energía y poder. Su carácter representa una espada, símbolo de determinación y de la voluntad de triunfar.

La runa BJARKA, es fuerza femenina, que es nutritiva y protectora. Se trata de la fuerza maternal de la Tierra, que es el poder de cuidar y apoyar sin condiciones. Su carácter tiene la forma de los senos femeninos, símbolo de amor, belleza y nutrición.

La runa, EH, puede considerarse como la comunicación o reunión de lo masculino y lo femenino. Es la fuerza inherente al éxtasis. Es también la energía que se experimenta en un «viaje» chamánico, un estado alterado de la conciencia que permite explorar otras esferas de la realidad. Es por ello que a veces se asocia esta runa con el caballo, ya que en la mitología nórdica era el corcel de Odín, Sleipner, el que le trasladaba a otros ámbitos. La fuerza de cohesión es inherente a esta runa.

Con la runa, MADR o MAN, (humano, humanidad) la fuerza de cohesión se hace más intensa. Es la cualidad adhesiva del compartir en cooperación que aporta integración y armonía. Esta misma fuerza es la que une la actividad del hemisferio derecho e izquierdo del cerebro para que se apoyen mutuamente de suerte que la capacidad intelectual de la razón y la perspicacia de la intuición puedan evolucionar juntas al unísono y en armonía.

La runa LAGU, es la fuerza de fluidez. Es la fuerza líquida que mueve las mareas y toda clase de flujos enérgicos. Se trata de la fluidez inherente al agua, que es clara y dadora de vida. La runa LAGU marca el final de otro ciclo en la secuencia rúnica. –

La runa ING, se considera un símbolo de fertilidad pero es un impulso que ha pasado de la existencia física a la cósmica. Es una fuerza conceptiva: el poder de concebir algo «nuevo» a partir de lo que ha sido antes.

La runa ODAL, es la fuerza que nos ha hecho lo que somos como individuos. Es una fuerza que se transmite por ascendencia y que hemos traído con nosotros desde vidas anteriores. Se asocia en ocasiones con la herencia y con la seguridad que reside en el hogar y en la tradición.

El carácter de la runa DAGAZ, se parece a una mariposa y simboliza el poder de llegar más lejos de lo que somos ahora, como una mariposa que sale de su capullo y se transforma para poder experimentar una existencia superior. Esta runa contiene la fuerza transformadora de la iluminación que da origen aun nuevo albor de realización espiritual.

Con la runa FEH, alcanzamos la culminación de la creación. Es el poder de realizar aquello que hemos venido ha cumplir en esta vida. Es una conclusión, pero cuando llegamos a este punto comprobamos que no se trata de un final sino de un nuevo comienzo, porque la runa FEH, esta muy próxima a la runa Ur, y las dos tienen la vaca como símbolo.

La runa Odín o blanca es como un calidoscopio. Blanca como suma de todos los colores, están en ella las energías de todas las runas. A veces se le coloca un punto negro en el medio, como centro del universo, centro del mandala. El encuentro con el centro Odín , es el encuentro con nuestro propio Dios, el que vive en nuestro Ser. Es interesante tener en cuenta la definición matemática de punto como el encuentro de dos segmentos de recta, que forman una cruz la runa blanca nos indica el camino, es nuestra guía hacia ese centro. La cruz representa el árbol donde se colgó Odín y el punto, el centro, es su corazón.

LA LEYENDA, LA HISTORIA, LA FÍSICA CUÁNTICA, LAS RUNAS Y TU PROCESO DE INDIVIDUACIÓN

Cuenta la historia y la leyenda, que el Dios Odín divinidad máxima escandinava, cuyo principal don era el de otorgar conocimientos esotéricos; en una de sus obligaciones y ofrendas a sus guías interiores, se atravesó el cuerpo con su lanza y se colgó de un pie y boca abajo de un gran árbol, el fresno sagrado Árbol de la Vida, en la cultura germana. En él permaneció nueve días con sus noches sin comer ni beber, en un estado alterado de conciencia y donde una a una provendrían las visiones que le brindaron sabiduría. Fue así como el Dios Odín recibió estos símbolos sagrados llamados Runas. Impregnando por la energía que emanaba de los símbolos, descendió del árbol, grabó las Runas en la hoja de su lanza y fue restituyendo en cada una de ellas el poder de su fuerza y sabiduría, como una ofrenda que dejó a los hombres, para que cada uno de nosotros, más allá de los tiempos, podamos a través de ellas, encontrar un oráculo orientador de nuestra vida. El saber rúnico es parte importante de la tradición más antigua de magia, filosofía y sabiduría iniciática del mundo germano. Los antiguos godos, ingleses y, escandinavos eran conocedores del poder de las runas y estaban unidos a través de los maestros rúnicos que trasmitían sus enseñanzas a reducidas minorías. Sus conocimientos jamás se escribían, su transmisión era de boca a boca y se memorizaba. Se grabaron en las armas, casas, piedras, naves, urnas funerarias, cada cual tenia su propia combinación de runas, como amuletos protectores. Estos símbolos están presentes hoy en la arquitectura el estilo Tudor, que se asemeja al entramado rúnico germánico. De acuerdo a la moderna Física Cuántica, la base de la materia en el nivel subatómico, más allá de los átomos y moléculas, donde la materia es intangible, es el Quantum. Esta unidad de materia y energía es una señal invisible de fluctuación, de donde proceden el impulso de energía y partículas de materia. El Quantum es el nivel más sutil y el mayor potencial de energía que existe. Es aquí donde las Runas tuvieron su origen. No son solo el producto de historias o leyendas o el producto de la mente humana; si, podemos decir que el hombre las puede manipula con su mente. Tampoco son meros símbolos que representan algo. Cada carácter rúnico es un canal que transporta la energía potencial de esa esencia. Es la vasija que constituye la base activa donde la naturaleza pone en marcha los movimientos de la energía. Las runas pueden mostrar los posibles movimientos y transformaciones y los cambios a producirse en cada uno de nosotros. En otras palabras las runas, ellas mismas son fuerzas, energías, que nosotros podemos poner en actividad. La aspiración, el principal propósito de la vida humana es manifestarse a través de su propia esencia. El acto natural de reproducirnos nos enseña esto. La descendencia es el fruto de la semilla más la esencia. El escrito que tienes en tus manos es una manifestación de mi propia mente y mi esencia espiritual, expresada esta esencia en palabras que son las que te permiten comprender mi universo mental. De la misma manera las runas son parte del lenguaje cósmico, revelan el conocimiento del universo físico y de nuestro interior por la ley natural de gobernar las funciones de nuestro universo. Las runas están impregnadas de los más grandes y los más pequeños secretos de la naturaleza y ellas son la clave de esos secretos, ya que ellas mismas son esos secretos. Uno de los aspectos más importantes de este oráculo rúnico de magia, filosofía y sabiduría es su apertura y carencia de dogmatismo. Tirar las runas, como vulgarmente se dice, interiorizarte sobre las mismas implica un ritual. Ese rito te permitirá prepararte para recibir e interpretar el significado de las mismas. Cuando nos acercamos a las runas con una actitud de honor y respeto, te brindarán, al tocarlas, los poderes que te permitirán descubrir y elegir las acciones creadas por el patrón de energía de la runa, que pueden determinar tu propia realidad y ayudarte a modelar tu futuro destino. No lo olvides: las runas son un canal, un medio para que tu mismo descubras quien sos, para que has venido ha este mundo, cual es tu misión en él. El alfabeto rúnico es un mapa, como tu carta natal. Cuando se consulta un oráculo, no se está leyendo el futuro, el oráculo te guía por las variables, saca tus propias conclusiones. No es determinante, tu serás el que elija el camino a seguir escuchando tu oído interior. Hay una runa que te acompaña desde tu nacimiento, el día que naciste esta iluminado por uno de estos símbolos. Cuando vayas comprendiendo lo que son las runas, comprenderás a tu entorno y a ti mismo. La comprensión de las runas permite comprender la tierra y el universo. El adentro y el afuera, lo espiritual y lo material, lo manifiesto y lo no manifiesto. Esta es la verdad del poder de las runas, las runas son un regalo para la humanidad, una bendición para el género humano Este es el espíritu de su revelación.

Dicen los antiguos vitkis (maestros rúnicos):

«El alfabeto rúnico es reminiscencia del lenguaje de la luz, es el idioma universal, el verbo sagrado en expresión purísima de la divina lengua. Es como un río de oro que corre bajo la selva espesa del sol».

En el camino de búsqueda de la individuación, la vivencia rúnica otorga beneficios y confianza en si mismo, para poder escalar el sendero de la impecabilidad, en la búsqueda del mejor vínculo con uno mismo, con el otro, lo otro y lo trascendente.

Lic. María Cristina Grillo

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